16 de febrero de 2010

Un PPC fuerte puede cambiar la política catalana

Las encuestas dan al Partido Popular un ascenso en Cataluña, un ascenso que puede ser mayor viendo la evolución del voto en España y que Alicia Sánchez Camacho se va asentando en el partido. Ello, unido a la subida de CIU hará inviable una reedición del tripartito. Un aumento mayor, combinado con la bajada que esta sufriendo ERC, podría impedir el gobierno nacionalista CIU-ERC.

Como dice Alberto Fernández Díaz, el PP puede tener la “doble llave” en Cataluña: impedir el gobierno tripartito y el nacionalista. Además en una hipotética sociovergencia (CIU-PSC), al ser la tercera fuerza, seria el primer partido de la oposición y presionaría para frenar los excesos nacionalistas.

Pero no solo se trata de impedir mayorías, un PP fuerte puede hacer cambiar a los grandes partidos en Cataluña, CIU y PSC. Los convergentes tienen dos rivales naturales en espectro político: por un lado el PP y por otro los republicanos. Un PP débil, sin rumbo e incapaz de robar votos a los contrarios, provocaría que Convergencia, por cálculos electoralistas se radicalizara en busca de los votos de Esquerra, mientras que las perdidas serian mínimas. Pero un PP sólido, capaz de de ser una alternativa, provocaría que CIU recuperara la centralidad para evitar un gran trasvase de votos en el sector más moderado. Algo parecido pasaría con los socialistas, que debería optar por la misma estrategia para evitar que derrumbara el cinturón rojo, su principal granero de votos.

Además de frenar el nacionalismo, esta fortaleza beneficiaria a todos los catalanes, ya que forzaría una renovación de la política catalana. La ausencia de crítica y los lemas fáciles (STOP a la dreta, Junts podem derrotar al PP, por poner dos ejemplos) han permitido que, personas con escasos méritos y cualificación, hayan llegado a puestos que les hubiera sido imposible alcanza en otras condiciones. Me refiero a personas como Montilla, Saura, Puigcercós y otros, que ocupan algunos de los mayores cargos sin tener estudios superiores. Tener más cobertura mediática y llegar a más personas, haría que se escogiera a personas más capaces y se evitaran derroches para evitar descalabros electorales.

En conclusión, podemos cambiar mucho más de lo que pensamos. Por ello, hemos de darlo todo para conseguir el máximo bienestar de los catalanes.